martes, 2 de mayo de 2023

NO ,AL POZO DE AGUA


                               NO, AL POZO DE AGUA


Son las siete de la mañana del día domingo 30 de abril de 2023 en San Andrés de la Cal, Tenextitla, comunidad indígena el municipio de Tepoztlán, Morelos.  El tañer de las campanas de la iglesia se hace escuchar en todo el pueblo, es un llamado de emergencia, todos lo saben, el punto de reunión tradicional, enfrente de las dos iglesias. Desde un día anterior, en asamblea comunitaria se tomó una decisión que atañe a todo el pueblo: acudir de forma pacífica a clausurar el trabajo de perforación de un nuevo pozo de agua que una persona pretende realizar con fines totalmente personales.

 


No es la primera vez, que esto ocurre, diez años atrás la misma persona intentó la misma acción. En aquella ocasión como en esta, el pueblo haciendo uso de su derecho como pueblo indígena originario, se organizó, se opuso a la perforación de un nuevo pozo de agua, que se pretendía perforar en el mismo cauce de donde se abastece a esta comunidad de más de 1500 habitantes. Las razones son válidas y la historia lo confirma en esta y otras comunidades.  Los particulares, tramitan la concesión del pozo de agua, argumentando que será de uso agrícola, para eso se apoyan en algunos pobladores dueños de terrenos aledaños al sitio de perforación del pozo, y sí muchas veces se les concede el permiso, sin tomar en cuenta, ni hacer estudio del impacto que esto tendrá en el caudal del que se abastece a toda una población.




Las autoridades se justifican diciendo que, si se afecta al pozo comunitario, entonces se cancelará la concesión, dando prioridad al pueblo. Pero los hechos no son así de simples, y para ello basta ver lo que ocurre en la cabecera del municipio, en donde existen muchos pozos de agua privados, para uso exclusivo de los dueños de grandes mansiones ubicadas en el valle, mientras toda la población carece del vital líquido, siendo tal la escasez que se les distribuye agua, cada tres o cuatro semanas, dependiendo del lugar en donde se ubiquen. De los pozos privados que podrían ser la solución del problema nadie menciona nada, la ley simplemente no se aplica. Como sucede también a nivel nacional con las concesiones otorgadas a empresas refresqueras, cerveceras y de agua, quienes se benefician y enriquecen del vital líquido, hasta terminar con la reserva de los mantos acuíferos y en muchos casos, dejando a poblaciones locales sin agua.

 


Actualmente, pobladores del municipio carecen del vital líquido para cubrir las  necesidades más básicas, y se ven obligados a comprar pipas de agua, que cuestan más de 800 pesos, un gasto que está fuera del las posibilidades económicas de una gran mayoría. La historia lo demuestra, una vez abierto un pozo de agua, las autoridades no lo cancelaran, aunque se muera la población de sed.

Así que, reunidos a las siete de la mañana, de manera organizada todos se dirigen hacia el sitio de perforación, nadie lleva armas, sólo algunos letreros con algunas consignas: “no al pozo”, “San Andrés no se vende, se ama y se defiende”.  Llegando al sito se gritan estas consignas y otras más, que aluden a la luchas históricas y a los grandes héroes de nuestro pueblo en distintos momentos, tales como, “Zapata vive, la lucha sigue y sigue”, “el pueblo unido, jamás será vencido”, y otras más que son improvisadas.

 


Así al llegar al terreno en donde se encuentra la máquina no se encuentra a ninguna persona, lo cual no es extraño, en dos ocasiones anteriores que mismos pobladores acudieron con la intención de hablar con la persona responsable de la obra, sólo se encontró a los operadores de la máquina. Esta vez no hay nadie, pero claramente se ve que se retiraron al momento de escuchar que los pobladores se acercaban, pues sobre la máquina se encuentra una botella grande de agua para beber, misma que está fría, y tomando en cuenta el clima caluroso de esta temporada y estando expuesta a la intemperie, esto no sería posible.

 


De inmediato y cuidando de no causar ningún daño, se colocan en distintos puntos de la máquina los letreros, y en particular uno grande, que indica que la obra ha sido cancelada por el pueblo, haciendo uso de sus derechos como comunidad indígena originaria, y avalado además, por el acta de cancelación de diez años atrás, en donde se intento la perforación de un pozo por la misma persona y en el mismo lugar. Haciendo hincapié en que el interesado en la perforación el pozo, jamás se presentó a la comunidad ante la autoridad del pueblo para mostrar que tiene todos sus permisos en regla, ni se informó a la comunidad, aun sabiendo de lo cercano que esta el pozo que abastece al pueblo. Ya en días anteriores se intentó entablar un diálogo con esta persona vía telefónica, pero la respuesta fue grosera y terminó colgando la llamada al comité que en ese momento trató de dialogar.

 


Media semana anterior un comité de la comunidad se presentó ante el presidente municipal para hablar del asunto y saber su postura. Como buen político recibió a la gente con amabilidad, saludando a todos de la mano y se hizo acompañar de su secretario general y el encargado del sistema de agua potable de Tepoztlán. Al cuestionarle que una familia interesada, en la perforación del pozo, mencionó que el pozo se haría de cualquier forma y que contaban con el apoyo del presidente, de inmediato negó estar tomando partido. Sin embargo, reconoció que diez años atrás, siendo regidor del municipio él aprobó la perforación el pozo. No obstante, ahora decía desconocer los detalles de esta nueva perforación y haberse enterado apenas una tarde anterior a través de las redes sociales, argumento que, desde luego, nadie puede creer, tratándose del presidente del municipio, y resaltó que él no tenía la capacidad de autorizar la perforación de un pozo, que esto le correspondía a la CONAGUA, y no tenía ninguna injerencia al respecto.  Por un lado, dijo haber apoyado como regidor la perforación del pozo diez años atrás siendo trabajador de la administración municipal y ahora decía no tener ninguna injerencia, que manera astuta de lavarse la manos. Prometió ser el vínculo para ser atendidos a la mayor brevedad en CONAGUA y la comunidad pudiera saber si se tenían los permisos para la perforación del pozo, pero por supuesto, esa cita nunca fue agendada, por lo que la comunidad tomó sus propias medidas.  


Se colocan los letreros sobre la máquina, “no al pozo”, “San Andrés no se vende, se ama y se defiende” y “clausurado”, se coloca también una cadena en la máquina para evitar que sigan trabajando, aunque no se tiene certeza si eso lo evitará, y se deja un letrero avisando que le día siguiente a la 8: 00 a.m. la comunidad volverá y que se presente el responsable del proyecto. Y de manera ordenada y pacifica todos se retiran.