martes, 1 de abril de 2014

PRINCESA POR UNA NOCHE




PRINCESA POR UNA NOCHE



La noche se terminó demasiado pronto. Ella había estado esperando esta fecha con gran expectación. No podía haberse imaginado que la felicidad pudiera durar apenas unas horas. Su vestido de color lila que había sido comprado desde un mes anterior, ahora estaba tirado sobre el piso de su habitación, lleno de polvo, con los bordes rasgados de tanto ir de un lado a otro. Un hermoso vestido largo, corte princesa como el de su historia favorita; la cenicienta.

Estaba cansada, demasiadas horas para estar de pie, los invitados llenaron cada uno de los rincones del jardín, todo fue decorado con globos y flores, las mesas con sus manteles largos, al centro de cada una de ellas un arreglo floral combinado con dulces artísticos y una manzana con chamoy. Toda la ceremonia se llevó a cabo como se esperaba de principio a fin.

Aquél día desde muy temprano Rosalía se levantó para bañarse, a las nueve de la mañana,una estilista llegó para transformarla en una hermosa mujer, la más hermosa de todas por un día. Después a las doce del día, en la iglesia del pueblo se celebró la misa, una ceremonia imprescindible para dar gracias al creador. La decoración también se realizó con esmero en ese lugar. Ella, salió caminando desde su casa acompañada por seis chambelanes, ellos eran sus primos, hermanos, amigos desde su más tierna infancia, creció con ellos, jugó con ellos. Caminó sonriente y ligera mientras los mariachis iban detrás suyo, tocando las canciones que les pidieran.

En la iglesia se encontraban reunidos los parientes más cercanos y algunos amigos, todos elegantemente vestidos. Como en ocasiones anteriores, el cura no llegó a tiempo, los invitados miraban con cierto disimulo e impaciencia su reloj. No había nada que hacer, sólo esperar. Después de cuarenta minutos el padre Miguel llegó apresuradamente, la gente lo miraba desaprobatoriamente por su retraso, él simplemente los ignoró, un sacerdote no acostumbra pedir disculpas. Comienza la ceremonia, el sermón se dirige a invitar a la jovencita a ser obediente con sus padres que se han esforzado en darle todo cuanto necesita y en seguir el recto camino que le señala la iglesia de Dios.

Al finalizar y a la entrada del templo, los familiares y amigos se toman fotografías con la festejada, primero los padres, chambelanes, tíos, abuelos, sobrinos, hermanos, padrinos, primos, en fin nadie puede faltar en la foto del recuerdo. Los mariachis la acompañan a su casa, detrás le siguen algunos invitados, en el camino se hicieron más. Es la hora de la comida y los que no pudieron llegar a tiempo a la misa se incorporan directamente al festejo. Rápidamente se llenan todos los lugares en las mesas, parece que son demasiados invitados, algunos tienen que esperar a que haya espacio para poder comer. Los meseros van de un lado a otro llevando las charolas llenas de platos con comida, cerveza, refrescos y todo lo que les pidan.

Se preparó en barbacoa una res, arroz, verduras, salsas. Refrescos, cervezas y tequila circulan sin césar. La cantidad de gente es notoria durante las tres horas en que se sirve la comida. Un cantante fue contratado para amenizar el momento. Entre canciones y bromas hace participar y reír a la concurrencia. Imita a varios cantantes populares, el público se anima y participa con él. Después de dos horas viene la participación de la banda, se trata de un grupo de la localidad que toca con gran profesionalismo y se ha destacado fuera de la población. Las canciones de moda están a la orden y también el tradicional brinco del chinelo,  propio de los carnavales anuales que se realizan en todo el estado y que le ha dado fama internacional. En este baile la mayoría de la gente participa en el brinco, es un llamado que los identifica como parte de un pueblo, que les hace sentir su fuerza y su alegría por la vida. Niños, jóvenes, adultos y ancianos, todos hermanados por la música.

Más tarde viene el grupo musical y comienzan los preparativos para el número más importante de la fiesta: la presentación de la quinceañera. Los chambelanes y ella se ajustan sus trajes, retocan sus peinados y se colocan en los lugares indicados para hacer una presentación con música. Previamente durante días han ensayado los pasos y la coreografía, pero ahora un manojo de nervios los hace titubear, todas las miradas están puestas en ellos. La timidez sale a relucir en miradas hacia el piso y en posturas encorvadas. No obstante hacen su mejor esfuerzo. La reina de la fiesta está radiante, verdaderamente luce como una princesa. Después de la entrada, viene la coronación de la festejada, le dan el último juguete, le ponen su primera zapatilla, los padres le dirigen unas palabras, y un tío se anima a cantarle una canción de Roberto Carlos, llamada:De niña a mujer. Todo es muy emotivo. Por fin bailan el vals, así lo llaman, aunque en realidad hace años que no se trata de un vals. Las jovencitas suelen elegir alguna música de moda y la presentan con algunos pasos de vals. A poca distancia y al mismo tiempo, se hacen estallar cohetes y luces de bengala. En medio de este estallido y con luces pirotécnicas aparece en un costado del jardín con letras grandes el nombre de ella. Toda la concurrencia aplaude y se escuchan porras. El conjunto musical hace su presentación y la quinceañera y los chambelanes aprovechan para cambiar su vestuario antes de presentar un baile moderno.

Después de esto, se parte el pastel y la música sigue hasta las doce de la noche. Esta es una noche especial, donde una chica de pueblo, es presentada por sus padres a la sociedad como la princesa de un cuento de hadas. Los padres no escatiman en gastos,  familiares y amigos suelen apoyar económicamente para realizar el festejo. Es la forma de hacer frente a los elevados costos de un festín de esta naturaleza, ayudarse unos a otros en los momentos en que lo necesiten.

Al siguiente día, lo único que queda son los regalos, que por lo general se abren en compañía de algunos familiares y amigos. El recuerdo del festejo se guarda en la memoria, en fotografías y en una película. La vida seguirá su curso normal, hasta que algún día, si la joven decide casarse de la manera tradicional, volverá a ser la reina de la fiesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario