*
EL TIEMPO SE ACABA Y DEBO IRME
No
sé cómo pasó. Todo fue tan repentino, tan
inesperado. Y ahora es tan extraño todo esto que siento. Quiero
hablarles y les hablo, pero de mi boca no sale ningún sonido. Pronuncio las
palabras, pero no se escucha mi voz. Es extraño yo sí los escucho pero ellos a
mí no.
Mi
madre está llorando, está llorando mucho, muy fuerte, como si algo le doliera
demasiado. Me llama por mi nombre y yo voy a su lado rápidamente, pero ella no
me ve ni me oye. Todos van de un lado a otro. Todos lloran no sé por qué, yo
estoy aquí. Pero, ¡que extraño es esto, ya no me duele nada! Ese dolor de
espalda desapareció de pronto. Ahora me siento ligera, tan ligera como una
pluma. Y sí, así es, puedo desplazarme con la misma facilidad con la que una
pluma es sostenida por el viento, pero lo hago muy rápidamente. Tanto que no
puedo controlarlo.
Cuando
escuché llorar a mi madre, corrí para ver qué le pasaba. Salí rápidamente de mi
cuarto y…no sé por qué, pero no pude detenerme. Mi cuerpo es demasiado ligero.
De pronto estaba flotando en lugar de caerme por las escaleras. Me sorprendí. ¿Por
qué de pronto estoy flotando? Y todos lloran y hablan sobre mí. Hay demasiada
gente en la casa, están haciendo preparativos como si fuera una fiesta. No
recuerdo que mi familia fuera a celebrar algo. Y todos hablan sobre mí. Escucho
sus conversaciones y sus pensamientos también. Aunque no logro entender lo que
dicen, porque todas las palabras se superponen, sin que pueda entender con
claridad.
Dicen
que fue muy difícil rescatar el cuerpo, tardaron horas en sacarlo de la
barranca. Dan detalles sobre las maniobras que tuvieron que realizar. Todos
hablan de lo mismo, y de la manera en que se han enterado. Llega más gente, en
verdad se ven acongojados. Sus pensamientos expresan su tristeza. Pero hay
algunas personas que sólo vienen a enterarse de los detalles del accidente,
sienten una gran curiosidad. Quieren ver cómo reacciona mi madre ante esta situación
inesperada. Dicen que no pueden creerlo y todos confirman ésta idea. Coinciden en
señalar que no había ninguna razón para que esto sucediera.
Otra
vez esta aquí mi madre, llora desconsoladamente, la gente llega y la abraza. Le
dicen que la acompañan en su dolor. Pero, ¿qué es su dolor? Me quedo muy cerca
de ella para escucharla con claridad, sin que me interrumpan las demás
conversaciones. Ella derrama lágrimas con cada persona que viene a verla.
Piensa que se ha quedado sola, no esperaba que esto sucediera. Llora por éste
imprevisto. Por la forma en que me fui contra su voluntad. Siempre estuvo
pendiente de que nadie que pudiera llevarme de su lado se acercara a mi. Hizo
mil cosas para aislarme de la gente. Ni siquiera le gustaba que tuviera amigas.
Me quería completamente a su servicio. Ahora lo comprendo. Veo cómo ella se
encargó de que no volvieran más. Quería que yo me dedicara sólo a ella, que la
cuidara, que estuviera pendiente del más mínimo de sus deseos. Se esmeró en que
yo aprendiera a cocinar sus platillos favoritos. Me quería a su servicio para
siempre.
Yo
quería estudiar medicina, pero ella me mandó a la escuela de modistas, dijo que
la sangre le horrorizaba y que yo tenía que estudiar algo que fuera propio de
mujeres. Ella quería que su hijo fuera el del éxito, como mi padre, era quien
debía poner el apellido de la familia en alto. Pero a mi hermano le gustaba más
divertirse. Por años fingió estar estudiando. Mi madre le depositaba dinero en
el banco para pagar su escuela y él lo gastaba en francachelas con sus amigos,
ella no lo supo hasta que al final de la carrera que se supone tendría que
haber estudiado, él se fue al extranjero para evitar ser confrontado. Lo buscó
por mucho tiempo, sin importarle que la hubiera estafado. Era su hijo adorado.
Él no quiso saber nada de la familia. Tiempo después algunas personas que
volvieron del extranjero dijeron haberlo visto trabajando pasando
indocumentados en la frontera. Y se fue a buscarlo, sólo para escuchar que no
le interesaba volver, que era más feliz viviendo del otro lado, viviendo del
modo americano. No le importaron las lágrimas y las súplicas de mi madre. Le
rogó hasta el cansancio, y después tuvo que volverse con el orgullo pisoteado y
con la amargura derramándose a cada palabra.
Descargó
su furia conmigo, como si yo hubiera sido quien la defraudó. Desde entonces
dijo a todo mundo que no quería saber nada de su hijo ingrato, pero todas las tardes
lloraba ante su foto encerrada en su cuarto. Le molestaba la felicidad de
otros, sobre todo la mía. Hizo todo lo posible para que mi vida fuera tan
amarga como la suya. Nunca entendí el
motivo de su desamor. Me culpaba de todo, hasta de lo que ella hacía mal. No importaba
cuanto me esforzara en complacerla, nunca estaba satisfecha. Siempre encontraba
algo de lo cuál quejarse. Fui como ella me pidió que fuera. Hice todo cuanto
ella quiso y jamás llegó a ser suficiente. No hubo manera de ganarme una migaja
de su afecto y me cansé de su desaprobación reiterada. Pero no, no me suicidé
como toda esta gente dice. Yo no estaba harta de la vida, sólo estaba harta de
ella. Demasiado harta para soportarla. Sólo quería irme lejos para ver si así me
extrañaba un poco, para ver si mi ausencia me daba un pequeño lugar en su
pensamiento y en su corazón.
Tomé
las llaves de la camioneta en la noche, para irme mientras ella dormía, quería
que en la mañana cuando ella se diera cuenta de mi partida hubieran pasado
demasiadas horas como para poder encontrarme fácilmente. Es cierto que no
empaque ropa, no estaba dispuesta a seguir usando nada de lo que ella había
elegido para mí. Iba a iniciar una vida nueva donde nadie me conociera, donde
pudiera empezar completamente de cero, donde por fin pudiera ser yo misma. Es
mentira que me venciera el sueño y el cansancio. Iba muy atenta, pero la curva
era muy cerrada, un tráiler en sentido contrario invadió mi carril, me sacó de
la carretera, y caí vertiginosamente a ese barranco tan profundo. Es lo último
que recuerdo…después simplemente estaba
aquí delante de toda esta gente.
Ellos
no me ven, no me oyen y yo no puedo
tocarlos. Ahora puedo escuchar todos sus pensamientos y deseos, pero ya no importa. Se acabó el
tiempo, debo irme.
*VIDEO SONG: TRANSMUTATION,
DINO SALUZZI _BANDONEÓN,
ANDINA : ECM
*VIDEO SONG: TRANSMUTATION,
DINO SALUZZI _BANDONEÓN,
ANDINA : ECM
No hay comentarios:
Publicar un comentario