INCONGRUENCIAS
Mateo 18:20
“porque donde dos o tres se hallan
congregados en mi nombre, allí me hallo
yo en medio de ellos”
Son las
seis con quince minutos, es viernes por la tarde en San Ignacio, el día y hora
de la misa semanal.
En la
iglesia algunas personas esperan pacientemente la llegada del sacerdote de la
parroquia para escuchar a través de él, la palabra de Dios.
El cura
llega quince minutos retrasado, no es la primera vez que así sucede, en otras
ocasiones, ha llegado tarde hasta una hora. Pero un sacerdote no puede pedir
disculpas ¿por qué?, si él viene en nombre de dios. Apresurado se pone sus
sagrados hábitos.
Entra a
la iglesia, de inmediato ve la poca audiencia, se molesta, reclama a las dos
personas presentes por la ausencia de los demás. El servidor de dios, el
soldado de cristo, que hizo un voto de humildad, decide cancelar el oficio.
Para
Dios es suficiente que dos personas se reúnan en su nombre para estar presente,
pero un sacerdote requiere de la iglesia llena, para transmitir la palabra de
su dios.
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