COMEDORES ESCOLARES…SIN COMIDA
Es el mes de
agosto, da inicio el nuevo ciclo escolar.
En una pequeña comunidad indígena del estado de Morelos sólo hay una
escuela primaria que cuenta con 120 alumnos. En el año del 2009 la escuela se
volvió de tiempo completo. Lo cual implica que los niños cumplen un horario de
8:00 a.m. a 4:00. p.m. En ese lapso de
tiempo la enseñanza se ha ampliado a actividades que refuercen los
conocimientos básicos. Así se añaden clases
de danza, idiomas, pintura, deportes, y el uso de la computadora.
La implementación
de este tipo de programas no ha sido fácil. Ha requerido de infraestructura que
la escuela no tiene.
Parte del
objetivo de las escuelas de calidad es
favorecer una alimentación sana y adecuada, para mejorar los índices de
talla y masa corporal de los niños. Para ello, se propone que los niños
realicen dos alimentos al día, dentro de la escuela. El gobierno federal aporta
vales para la compra de alimentos en un treinta por ciento, el gobierno
municipal otro treinta por ciento y el resto es a través de cuotas por parte de
los padres de familia.
Si bien, se
otorgan los recursos, a los padres de familia les toca resolver muchos otros
problemas. Primero, no hay cocina en donde preparar los alimentos. En una
asamblea general, se aprueba desalojar una bodega y habilitarla para tal fin.
Los padres realizan el trabajo de limpieza y reparación. No hay nada con lo que
comenzar, se consigue una parrilla, mesa, trastes. No hay refrigerador. Se tienen que realizar aportaciones económicas
extras, para instalar un lavabo, tinaco, tanque de gas, apenas lo indispensable
para poder funcionar.
Hacen falta
muchas cosas. No hay mesas, y una vez iniciadas las clases, los niños consumen sus alimentos sentados
sobre los escalones, en el piso, en las jardineras. Y como niños que son, a
veces olvidan que es la hora de los alimentos, y se ponen a jugar brincando
sobre su propia comida.
A medida que transcurre el año el comité de
padres de familia busca la manera de allegarse más recursos, no es una tarea
fácil. Se requiere de un tinaco, se hace una solicitud al ayuntamiento para una
donación municipal. El oficio se entrega, una, dos, tres, veces, hasta siete,
mismas que es recibido por el presiente municipal. Pero simplemente no hay
ninguna respuesta. El presupuesto en educación ha sido destinado para otros
fines. La celebración del día maestro en el más lujoso y exclusivo centro de
eventos de todo el municipio. La razón, es sólo que, la esposa del presidente
es maestra, y para complacerla en su día, en la misma celebración se rifa un
automóvil.
A pesar de que
la escuela de tiempo completo funcionaba del mes de septiembre a junio, debido
a que las materias agregadas eran impartidas por maestros contratados por
honorarios para no concederles vacaciones, ni ninguna otra prestación, los
padres de familia seguían poniendo su parte, buscando recursos para mejorar la
cocina y en general la infraestructura de la escuela.
Del 2009 al
2014 los padres fueron equipando la cocina. Trabajaron en la elaboración de los
alimentos, turnándose en roles. Adquirieron mesas, sillas y todo cuanto hiciera
falta. Arreglaron el salón de cómputo, la biblioteca. Y en el 2013 se quitaron
a los maestros de computación e inglés. La razón, no los contrataron más. Desde
un año anterior, en el 2012, los maestros habían iniciado un movimiento de
protesta para ser contratados con los derechos laborales de los demás maestros
de escuelas primarias. El gobierno no estuvo dispuesto a concederles ninguna de
sus demandas, así que simplemente no volvieron a ser recontratados. Y esas materias no se volvieron a impartir.
En el 2014 la
situación no mejora. La campaña de la Cruzada Nacional Contra el Hambre,
anuncia que se han agregado cuarenta mil escuelas a las ya existentes escuelas
de tiempo completo, en la lucha contra el hambre. La realidad es otra, sólo
otorgan apoyo federal para los comedores de las escuelas inscritas dentro del
programa de la Cruzada Nacional Contra el Hambre. Todas las demás escuelas de
tiempo completo que no lo están, quedan volando en el aire. Es precisamente la
situación de la escuela primaria de esta comunidad.
En la primera
asamblea de padres de familia el día 29 de agosto de 2014, la directora del
plantel anuncia que ya no hay ningún apoyo de ningún tipo, por parte de ninguna
instancia para el funcionamiento del comedor escolar. Si los padres quieren que
sus hijos sigan comiendo en el comedor tendrán que hacerse cargo de todos los
gastos. Por supuesto, los padres no tienen las posibilidades económicas de
hacerlo. Aun con los apoyos, el funcionamiento era muy costoso. Un día al mes
el padre del alumno debía participar en la elaboración de los alimentos y si no
estaba en condiciones de realizar el trabajo directamente, entonces debía pagar
una persona que realizara su labor.
El costo por los alimentos de un niño al día
se estableció en veinte pesos. Cien pesos a la semana, más el pago de la
persona que elaborara los alimentos. En un mes se pagaba quinientos pesos por
los alimentos de un niño.
Todos los
discursos en los que el gobierno federal ha enfatizado su lucha contra el hambre
no importaron. A esta escuela no se le asignaron más recursos. La preocupación
por la calidad en la enseñanza tampoco importó cuando se dejaron de contratar a
los maestros de las materias complementarias, sólo para que el gobierno no se
viera obligado a otorgar prestaciones a los maestros.
La solución
del gobierno, es simple, volver una escuela de tiempo completo, en una escuela
de tiempo ampliado. Los alumnos salen una hora antes, justo en el momento en
que tomaban su segundo alimento. El propósito, que consuman sus alimentos en
casa. Las materias de apoyo son impartidas por los mismos profesores que imparten
las materias básicas. Para ello han recibió una capacitación con un curso,
algunos profesores dicen que no se sienten con la capacitación necesaria, pero
aun así, imparten las clases.
A lo largo de
cinco años en que la escuela funcionó como tiempo completo, los padres
realizaron una inversión en infraestructura de más de cincuenta mil pesos. Y
súbitamente, el gobierno decide no otorgar más recursos para los alimentos de
los niños. La escuela, en las estadísticas, se cuenta dentro de las que se supone
tienen funcionando los comedores. La realidad es que toda la infraestructura de
comedor, está sin usarse. Una muestra de cómo se ejecutan los programas
gubernamentales, por un breve tiempo, mientras se escriben las estadísticas del
progreso y se toman las fotos de los millones de beneficiados que habrán de ser
publicadas en enormes mantas. Tal como la manta que, colgada en la entrada de
la escuela anuncia, comedores escolares… aunque les faltó precisar, sin comida.
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