Hace muchos, muchos años, cuando
Dios creó el mundo, era común que viniera a este planeta. Los primeros hombres
conscientes de su origen divino se dirigían a él con profundo amor y respeto.
Pedían cuánto necesitaban y Dios simplemente lo concedía.
Con el paso de los años el hombre
evolucionó, aprendió a conocer su medio y
modificarlo. Y al ver que podía crear herramientas y muchas otras cosas,
fue olvidándose de Dios, se fue convenciendo de que no lo necesitaba más, de
que era capaz de crear todo cuanto le hacía falta por sí mismo. Y comenzó a sentirse
poderoso por poseer varias cosas.
Los hombres que se creían más
poderosos e inteligentes que los demás, comenzaron a burlarse de los que
seguían pidiendo la ayuda de Dios, llamándolos tontos e ignorantes. A medida
que el hombre construía más herramientas y era capaz de producir una cantidad
innumerable de cosas, se sentía más lleno de poder. Acumuló riquezas.
Y estas dos cosas: poder y
riqueza le hicieron sentirse un dios. Y fue así, cuando hubo el primer hombre
que pensó que por ello valía mucho más que otros, que nació LA SOBERBIA.
Miro el inmenso mar, el azul intenso, el rugido constante y
el romper de las olas. Es de los espectáculos que me hacen pensar en lainfinitud del universo y en mi contrastante
pequeñez y fragilidad.
Una enorme ola puede arrasarme en un instante, convertirme
en algo menos que un grano de arena.
Soy nada y soy todo en un momento. Nada ante la furia de
los elementos y al mismo tiempo un ser
con todo lo necesario para vivir esta vida.
Son la seis de la tarde, puntualmente el sol se pone sobre
el horizonte.
Es el momento esperado para laliberación de las tortugas. Pequeñas
criaturas nacidas dos o tres días antes.
Se marca una línea sobre la orilla de la playa, muy cerca
de donde rompen las olas.
Al mismo tiempo todas las tortugas son depositadas sobre la
línea. Es la primera vez que enfrentan el mar.
Las miro caminar presurosas, algunas tambaleantes, pero
todas absolutamente saben hacia dónde ir.
Inscritos en sus genes está cuanto necesitan para enfrentar
su destino. El inmenso y avasallante mar.
Algunas fuertes y otras débiles pero todas siguen el
camino. Esa línea de destellosdorados
que el sol dibuja sobre el mar antes de marcharse cada día.
Poco a poco alcanzan las olas, son tan pequeñas que el mar
las arrastra y devuelve un poco cada vez.
Ellas se levantan, siguen avanzando, siempre hacia adelantehasta rebasar la zona en que son devueltas
por las olas.
Poco a poco todas desaparecen en las profundidades de mar. Las
miro valientes y determinantes.
Las veo pequeñas, frágiles enfrentando la vida y la
adversidad. Con un fuerte impulso por la vida. Sin duda esto es obra de Dios.
Hace algunos años, en un pequeño
y hermoso pueblo, vivió un señor llamado don Desiderio. Este señor de origen
campesino era muy religioso y con mucho entusiasmo se había comprometido en
repetidas ocasiones a realizar la comida para la fiesta anual del santo de su
pueblo. Aquélla vez, se acercaba el día de la celebración y don Desiderio no
tenía suficiente dinero para realizar la fiesta. Su preocupación aumentaba día
con día, pensando en cómo podía cumplir con su compromiso.
En uno de esos días, en que
todavía no resolvía su problema, tuvo necesidad de poner un clavo dentro de su
casa para colgar algunas cosas. Su casa había sidola herencia de sus padres. Una casa enorme de
paredes muy altas y gruesas, tanto que algunas paredes medían un metro de
ancho.
Don Desiderio, tomó martillo y
clavo, y comenzó a perforar la pared. No había golpeado ni tres veces con el martillo,
cuando una porción de la pared se vino abajo. Era una capa muy delgada. Al
golpear varias veces con su mano en ese lugar pudo darse cuenta que estaba
hueco. Con su martillo derribó otra parte de la delgada pared y dentro encontró
una enorme olla de barro completamente llena de monedas de oro. Al instante don
Desiderio se llenó de júbilo pensando en que con ese dinero podría hacer la
gran fiesta que había prometido a Dios. Y así lo hizo. Para él lo más
importante en su vida era demostrar gratitud al creador.
El tesoro que había encontrado
don Desiderio era tanto, que una gran parte la donó a la misma iglesia. Con la
donación se compraron bancas, floreros, se arreglaron puertas, se pintó el
altar, el techo yparedes. Para él mismo apenas si tomó algunas
monedas, porque era un hombre trabajador y honesto que no requería de grandes
lujos para ser feliz.
A pesar de que tenía tanta
riqueza como para no trabajar por el resto de su vida, don Desiderio eligió
tener la vida de siempre, seguir trabajando y vivir con modestia. La gente del
pueblo se enteró de su hallazgo. Todos sabían que algo así podía ocurrir, pues
en ese pueblo habían sido escondidos mucho dinero, joyas y objetos de valor por
bandidos que durante la revolución se habían dedicado al robo y al saqueo.
Ellos acostumbraban enterrar el botín o esconderlo en las cuevas que hay en el
campo.
Por muchos años don Desiderio se
siguió encargando de preparar la comida para la fiesta patronal, pues tenía
dinero de sobra para ello. Con la finalidad de no despertar la codicia de
ninguno de sus descendientes, decidió prescindir del resto del tesoro. Con el
cuero de buey que mató para la comida de la fiesta que ofreció, mandó a hacer
algunas bolsas. Dentro de ellas depositó el resto de las monedas, y las enterró
en distintos lugares. Algunos creen que dentro del mismo patio de su casa,
otros piensan que las llevó al campo. Pero lo cierto es que nunca le dijo a
nadie donde estaban.
Hoy día,
la casa en que vivió don Desiderio está completamente deshabitada, a pesar de
su antigüedad, se conserva en perfectas condiciones. Una casa hecha de tierra y
cal, de enormes habitaciones con ventanas y puertas de madera. Desde la entrada
se mira su patio interior y al frente un corredor amplio. Una casa vacía con un
aire de misterio. Ninguno de sus descendientes la habita, pero algunos de ellos,
suelen ir de vez en cuando, a buscar un tesoro que aún no encuentran.
Una película de Akira
Kurosawa, que trata sobre la relación que establece un capitán del ejército ruso
con un cazador indígena perteneciente al pueblo de los Ussuri taiga, el cual,
se convierte en guía y amigo del militar en el transcurso de su viaje de
exploración por la taiga siberiana, a principios del siglo XX.
Dersú Uzalá es el nombre
del viejo cazador, un hombre que perdió a su familia e hijos a causa de la
viruela, desde entonces su hogar es el bosque en donde caza y acampa en algún
cobertizo improvisado. A lo largo del film se muestra la particular forma en
que Dersú concibe el mundo, los animales, los espíritus y la forma cómo el
hombre debe relacionarse con ellos.
Para Dersú el sol es la
persona más importante sin la cual todos moriríamos.El fuego, aire, y viento también son personas
poderosas, a quienes hay que temer cuando están furiosos. Es común escuchar que
les habla y se dirige a ellos con respeto. Es un hombre con mucho conocimiento
y muy observador del lenguaje de los animales y la naturaleza. Descubre rastros
y huellas claras donde los demás no ven nada. Es capaz de saber quién o qué y
hace cuánto pasó por algún camino.
Dersú se preocupa no sólo
por él, sino por lo demás hombresaún y
cuando no los conoce. Por eso antes de irse, arregla el techo del cobertizo en
donde han pasado la noche porque sabe que alguien más lo usará. Deja leña seca,
arroz, sal y fósforos como una cortesía y ayuda para quien busque refugio y
descanso. Para él es clara su relación y respeto a los demás y le resulta
incomprensible que un hombre que se dice su amigo y le invita unas copas, le
robe su dinero.
Para un hombre que vive y
caza en la taiga siberiana es posible sobrevivir a una tormenta, inundación o
al feroz y helado viento. Sabe dónde y cómo obtener loque necesita. Es capaz de resolver
eficientemente los problemas que el medio le presenta. Todos sus conocimientos
y experiencia le permiten ayudar a su amigo y salvarlo en momentos críticos. Su
sentimiento de lealtad hacia el explorador le impide recibir dinero como pago a
su trabajo de guía, algo que él hace de cualquier forma en su vida diaria.
La vida de Dersú toma un
giro trágico cuando comienza a perder la vista. Poco a poco se ve impedido para
disparar con precisión su arma. En la naturaleza lee funestos presagios sobre
su futuro, se siente perseguido por el espíritu de un tigre al que hirió de
muerte. Y acepta el ofrecimiento de su amigo explorador para vivir en su casa
en la ciudad. Pero después de unos días, se da cuenta de que esa forma de vida
no es para él.Se siente decepcionado de
no poder ser útil para sus anfitriones en conseguir las cosas más básicas como
el agua y la leña. No hay ninguna actividad que él pueda realizar dentro de la
casa. Sus intentos por colaborar lo meten en problemas en una ciudad en donde
todo está reglamentado y derribar árboles o acampar en la calle es un
delito.
Después de aburrirse de
estar solamente en una habitación, decide volver al único lugar en donde él
sabe vivir, a pesar de que físicamente no se encuentra en condiciones de
enfrentar un medio tan adverso.
Una película maravillosa
que muestra la forma de ver la vida de los indígenas siberianos, que como muchos
otros, tienen un especial respeto por los animales, la naturaleza y el hombre
mismo. Si bien la película no es reciente sigue siendo actual, pues muestra las
grandes diferencias en la forma en cómo se concibe la vida un campesino y un
hombre de ciudad. La manera como el campesino se percibe a sí mismo como parte
de su medio y no como algo individual y superior a todo y a todos
En la historia de
modernización de las ciudades se destruyen bosques, selvas, lagos, arrecifes,
etc., y se desplazan o se exterminan a los indígenas, con ellos mueren concepciones
de formas de vida, que sin duda, serían de gran ayuda a muchas de nuestras actuales
sociedades para ser menos caóticas.