CARTA A MIS LECTORES
Este mes, cumplí un año de haber iniciado mi escritura
en este blog. Una actividad que surgió más como un compromiso personal en mi propósito
de permitir la expresión a esa parte de mí, que recién descubrí como escritora.
Arte en el que no tengo más formación que la de una lectora aficionada de
grandes escritores que nos han deleitado con obras magníficas como El señor de los anillos, La historia
interminable, Sinhue el egipcio,
Azteca, Dune, El llano en llamas y muchos otros más que
a través de sus palabras me han llevado al corazón mismo de sus historias.
Abrí mi blog sin saber que era lo que iba hacer en él. Nunca fue un proyecto en el que
yo hubiera pensado con anticipación. Tan es así, que el nombre lo elegí en el
momento mismo de estar abriendo el blog, cumpliendo con los requisitos para poder
hacer uso del espacio. Del mismo modo escogí un pseudónimo. No quise usar mi
nombre propio, para que mis escritos fueran un tanto distintos a mí, a la
persona que todos conocen. Quise que la escritora que descubrí en mi no tuviera
las limitaciones racionales y los prejuicios que hay en este ser humano. Muchas
personas pueden pensar que esto es imposible y creer con toda certeza que estoy
loca, y esto último es completamente cierto. Loca es una persona que está fuera
de sí. Y es precisamente lo que hago cuando escribo. Me traslado a ese lugar
del que quiero hablar y entonces me pregunto ¿cómo puede ser posible ese mundo
o esa idea de la que quiero escribir? La respuesta que escucho no es la de la
razón y el conocimiento, porque esa me
diría que eso no existe y no es posible. Le doy voz a la imaginación, a la
intuición y al sentimiento. Y entonces empiezan a llover las respuestas que
poco a poco comienzo a acomodar hasta construir mis escritos.
Inicie éste blog, con el temor de que un día se me
acabaran las ideas para escribir y yo he sido la primera en sorprenderme por
las cosas que escribo, principalmente los cuentos, relatos y leyendas, que también debo decir ni siquiera estoy
segura que encajen en la categoría en que los he puesto. Las opiniones al
respecto son diversas, hay quienes dicen que El espejo del lago es demasiado largo para ser leyenda, ¿será tal
vez que no han leído el señor de los
anillos? O la consideran dentro de
otra clasificación. Cualquiera que sea la opinión que tengan, no me detendré ni
a discutirla ni ha refutarla, porque eso me quitaría un tiempo que yo necesito
para crear. Las definiciones sobre lo que es, o no es, lo que yo escribo no me
son de vital importancia. Mi intención es solamente crear y compartir algo de
lo que veo, oigo, siento e imagino.
Ha sido una gran sorpresa el descubrir que lo que
escribo ha sido del agrado de tanta gente. Agradezco a todos aquéllos que se
han tomado la atención de enviarme sus comentarios, a quienes me han
recomendado, y quienes se han declarado abiertamente como mis seguidores. He
respondido a los emails que me envían, pero no sé porque razón, algunos de
ellos me han sido retachados. Algunos lectores comentan que no han podido subir
sus comentarios a mi blog, honestamente no sé cuál sea al motivo.
Me honra saber
de la maestra que tomó mi escrito de La
invención el beso, para la clase que imparte en su colegio. De la lectora
que me comparte que con mi relato de El
dolor, ella pudo por fin derramar
las lágrimas que tanto tiempo habían estado guardadas. De aquéllos que con mis
poesías dicen que mueren una, dos y
hasta tres veces. De los que pueden experimentar los sentimientos que hay en
mis escritos y los llaman sinestésicos. De los que llegan de su trabajo, abren
mi página y escuchan la música para literalmente volar. De los que han
encontrado en mi página la inspiración para su propio trabajo de diseño de
páginas. De la lectora que ha traducido La
invención del beso a otro idioma.
Del lector que imprimió la imagen de El
descubrimiento del amor y la pegó en
su oficina. De los seguidores que leen
y releen mis escritos, y que con ansía esperan las nuevas publicaciones.
Hay quienes comparan mi estilo (yo todavía no sé cual
es) con el de escritores muy reconocidos, lo cual por un lado me asombra, y por
otro; me motiva a conocer la obra de dichos autores Algunos me dicen escritora de la nueva era,
romántica tardía, en fin. Hay muchas opiniones de gente muy ilustrada y experta
en la materia. De conocedores sobre mitología y cosmogonía de los pueblos
indígenas de México. Todos sus comentarios son el alimento que nutre mi
espíritu y me anima a seguir escribiendo. No soy una profesional de la
escritura, tengo errores estructurales, ortográficos y de otras cosas más. Pero
no puedo esperar a ser una experta en la materia, y dejar que las ideas que surgen en mi mente se
escapen. Prefiero escribir con mis propias limitaciones y como un escritor me
dijo: hasta los errores son parte del estilo.
Sin más por el momento, agradezco infinitamente sus palabras
y espero poder seguir compartiendo con ustedes esta aventura de escribir.
Atenea del bosque