CONCIERTO DE LA TIERRA
Es domingo, como cada fin de semana el tráfico para entrar al pueblo es lento, demasiado turismo para un lugar que por su geografía sólo tiene un acceso hacia el centro, el concierto esta anunciado para las doce del día, temo no llegar a la hora, a pesar de haber salido con bastante tiempo de anticipación, el transporte estaba saturado y tuve que esperar más de lo normal. Finalmente decido avanzar a pie los últimos metros, en realidad es la única opción si quiero llegar más rápido, porque los vehículos simplemente están atascados.
He llegado
con treinta y cinco minutos de retraso, para mi sorpresa aún no comienza la
función, hay gente formada y me piden mi boleto, no lo tengo, pregunto si aún
hay disponibles, me responden que sí, y me indican el lugar donde los venden,
de inmediato adquiero uno y me dirijo a las butacas, quedé de encontrarme con
una amiga, pero no la vi afuera del auditorio ni adentro. Miro a todos lados
tratando de encontrarla, pero no la veo, encuentro una butaca desocupada a un
lado de las escaleras de acceso, tomo ese lugar para verla pasar si es que aún
no ha entrado.
Se escucha
la segunda llamada, apagan las luces, mucha gente sigue entrando, pero nada de
mi amiga. En el escenario se encuentran ya los músicos, a espaldas de ellos hay
una pantalla. Es la tercera llamada y da inicio la música, al mismo tiempo que
imágenes de la película de, el señor de los anillos se proyecta al
fondo. He visto la película muchas veces, por lo que estoy muy familiarizada con
ella, e incluso puedo darme cuenta cuando las imágenes no se corresponden con
la música.
Miro a los
intérpretes ejecutar cada pieza con tanto profesionalismo y sincronicidad, el
resultado es simplemente sublime, puedo sentir esas notas vibrar en mi cuerpo y
despertar emociones y sensaciones de gozo, de alegría, de tristeza. Cierro los
ojos mientras los dedos de mis manos siguen el ritmo de la música, como si yo
también estuviera tocando un instrumento musical. Sí, a mí también desde niña
me nació el deseo de tocar un instrumento musical, pero no tuve esa oportunidad
de aprenderlo. A lo largo de esta vida hubo muchas cosas que no pude hacer, mi
continuo deseo de aprender cosas y conocer lugares fue una constante, no lo
lamento, hoy sé que las cosas que viví, tenían que ser de ese modo y no de
otro, a pesar de que muchas veces no estoy de acuerdo, pero comprendo que hay
un propósito superior, que tal vez, sólo con el paso del tiempo podré, algún
día, comprender.
Mi mente me
traslada a ese mundo mágico de Tolkien, vienen a mi memoria frases llenas de
sabiduría que llamaron mi atención desde la primera vez que leí el libro. Esa
historia de la lucha entre la luz y la oscuridad que parecía de fantasía no lo
es, en realidad es una analogía de la vida, de la historia misma de la
humanidad. Es también la lucha interna de muchos seres humanos y no puedo
evitar recordar a algunos, que permitieron que la oscuridad se convirtiera en
su forma de vida y ciertamente, su final fue en correspondencia a la manera
como decidieron vivir.
Pienso en
esas personas que aun cuando estuvieron rodeados de seres amorosos y llenos de
luz, no pudieron encontrar su luz propia. Que incluso fueron testigos de
algunos milagros en la vida de otros y los ignoraron por completo para dar
cabida a la oscuridad y maldad en su vida, para hacer el mal y la traición a
quienes sólo les habían tratado con amor. Creyendo que sus mentiras
prevalecerían por siempre, pero no fue así, su maldad y sus mentiras quedaron
al descubierto y la justicia divina hará el resto, sólo es cuestión de tiempo,
sin importar los hechizos y conjuros que realicen.
La lucha
entre el bien y el mal ha sido por siempre, y aun cuando los humanos que
conocemos a dios tenemos la certeza de que el bien siempre triunfa, aún hay
seres, que piensan que no, porque con sus propios ojos sólo pueden ver los
resultados inmediatos, porque su vacío es tal, que momentáneamente lo llenan
con lo que el dinero les puede comprar, pero en breve tiempo descubren que el vacío
sigue, que no hay manera de llenarlo, no en tanto no encuentren el origen y se
hablen a sí mismos con la verdad.
Pero el
concierto sigue y cada cierto tiempo hay una breve pausa, misma que el público
aprovecha para aplaudir tan fuerte como es posible, como una muestra de
admiración y reconocimiento por estas creaciones musicales realizadas para
acompañar la trilogía de “el señor de los anillos”. El sonido es magnífico, el
lugar está completamente lleno, para mi sorpresa hay muchos jóvenes, no
esperaba que los hubiera, no cuando los artistas juveniles de éxito del momento
no tienen nada que ver con este tipo de música y podría decir que son algo
completamente distinto.
Pero
entiendo, que al ser la música de una trilogía de películas con tanto éxito en
taquilla a nivel mundial, tuvo que llamar necesariamente la atención de
algunos, aunque ciertamente, el público no es local, veo a mucha gente de fuera
y puesto que es el lugar que capta la mayor parte del turismo del estado, pues
esta ha sido una función que aprovecha más la gente de fuera.
He
disfrutado este concierto, tanto como disfruto un buen vino, o los más exquisitos
platillos y como en muchas cosas, veo la presencia de dios en ello, en los
compositores que fueron capaces de crear la música perfecta para expresar los
distintos momentos y emociones de la película.
Al término de la función, me tomo un tiempo para dejar que las escaleras
de acceso se despejen un poco, me alegro de haber llegado justo a tiempo a
pesar de las complicaciones. De pronto esa amiga que estuve esperando se
encuentra bajando las escaleras a mi lado, subió por este mismo lado en algún momento
y no la vi, ni ella a mí, pero al fin, nos encontramos.
Nos
dirigimos a hacia la salida, a un lado de las puertas se encuentra un puesto
con souvenirs de la ocasión, playeras, bolsas, gorras, anillos, etc., yo no
compro nada, tengo los discos en casa y eso es suficiente para mí. Me siento
agradecida con las personas que trajeron este concierto a esta localidad, donde
la mayoría de las veces tienen funciones de películas ordinarias y populares.
Es momento de salir y buscar un lugar para beber algo refrescante, porque el
calor es intenso, a pesar, de que aún estamos en invierno. Estaré pendiente de
otras funciones como ésta, de todo lo que nutre mi alma, de lo que alegra mi
espíritu y me conecta con el lado bueno y hermoso de la vida.
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