martes, 30 de abril de 2024

LA CANCION SIN MUSICA




 LA CANCION SIN MÚSICA





La canción sin música, la flor sin aroma, la alegría sin risa, el viento sin alas, la luz sin calor, el pastel sin cereza, eso fui para ti, una comida sin sabor, una belleza de hielo, un mar sin movimiento. Algo sin esencia, sin valor, sin ilusión, sin deseo. Por eso estabas siempre de mal humor a mi lado, y mi sola presencia, fue un tormento.


Pero tus palabras vacías de significado decían lo contrario, exaltaban tu amor, tu lealtad, tu admiración, tu respeto y tu cuidado, cosas todas, que en realidad sólo fueron palabras, pero palabras muy convincentes, capaces de sostener una historia de amor que no existió. Porque sí, eres el rey de las mentiras, de la simulación, de las apariencias, de la hipocresía y de las promesas nunca cumplidas.


Más, más y más, siempre exigiendo más a cambio de nada, queriendo pagar con promesas que ya no tenían valor y después de quedarte sin moneda de cambio, cuando las palabras ya no podían disfrazar la realidad, vino la falsificación, los ataques en la oscuridad, la difamación, las mentiras a diestra y siniestra para ocultar la traición, el robo, la infidelidad, el abuso.  Y al final todo se transformó en una sola cosa, traición, traición, traición, en todos los sentidos y de todas las maneras posibles, más allá de lo imaginable, explicable o comprensible.


Porque no se puede comprender que alguien que recibió lealtad, amor, apoyo, soporte, cuidados, confianza y los más valiosos regalos que puede dar una pareja, sea capaz de corresponder con traición, abuso, traición, mentira. engaño y traición. Una traición extensiva a tu propio hijo y a tu familia y la mia, sin escapar siquiera los amigos cercanos.


Ciertamente hay que estar demasiado podrido, por dentro, por fuera, por arriba, por abajo y por cada uno de los lados para no ser capaz de ver donde sí hay amor. Y para sustituir al amor con la pasión y la lujuria, y para cometer actos innombrables persiguiendo ese espejismo.  Debe ser porque el olor a podredumbre lo contamina todo, debe ser porque la paranoia distorsiona la percepción de la realidad, y entonces puede verse podrido absolutamente todo, aún la más deliciosa cereza.


Y por leyes de la vida lo podrido no puede estar con lo bello, saludable, feliz y amoroso, así que la vida, dios, el destino, el karma o la casualidad se encargan de separarlo y cada cosa se va a donde le corresponde. Esa es la razón, por la que ahora estoy aquí, muy lejos de la podredumbre, la maldad y la oscuridad.


Me alegro de liberarme de lo que parecía ser un diamante, y resultó ni siquiera ser cristal.

Me alegro de no escuchar más palabras huecas y falsas dichas con una mala intención. Prefiero mi verdad de lo que soy, amor.

Me alegro de todo mi espacio libre, que no tengo que compartir con alguien que me trata con fastidio y malas palabras.

Me alegro y disfruto de mi orden que nadie perturba, de decorar y organizar todo a mi gusto.

Me alegro y agradezco de dormir en mi cama sin escuchar ronquidos de alguien que me destapa en una noche helada, sin consideración.


Cuando fui niña tuve que soportar la tortura constante de alguien que me repitió que nadie me iba a querer. Es un gusto decirle, aunque físicamente no esté presente, que nunca estuvo más equivocado, porque me quiero yo. Me quiero más allá de lo que nadie jamás va a quererme.


Así que no, hace mucho que yo no mendigo ni suplico amor, una persona como yo, no puede ser valorada fácilmente por la gente común. Y no, no extraño a nadie, menos a quien nunca estuvo a la altura de mi amor.


Me amo y disfruto estar conmigo, bebo y como lo que me gusta a la hora que decido. Voy y vengo a donde y con quien quiero y me compro lo que me gusta, me preparo mi comida favorita, me tomo una cerveza o una copa de vino mientras veo una película, me meto a la tina de baño o cocino, sin prisas. 


¿Qué puede salir mal, cuando se quiere a uno mismo? Si alguien se va de mi lado, entre muchas otras cosas, por no beber alcohol hasta perderme de borracha, pues adelante, que encuentre su borracha, porque yo no me convertiré en lo que no quiero ser, para darle gusto a nadie. Porque yo no necesito alcohol para socializar, o para olvidarme de mis penas o para hacer cosas que de otra forma no haría. Puedo ser feliz, cantar, bailar, reír, disfrutar sin una gota de alcohol.


No soy de los que ahogan sus tristezas con exceso de bebidas, porque no necesito ahogar mis tristezas, permito que la escritura y las lágrimas se lleven el dolor y el desencanto. Y me recuerdo que no me debo hacer expectativas sobre nadie ni apegarme a las cosas y a las personas, porque todo alguna vez se va, de una u otra manera y cuando esto pasa, cosas y personas nuevas llegan y la vida sigue, día con día, minuto a minuto.


Así que, a seguir andando, a estar con quien aprecia y ama mi compañía, a poner distancia de las personas mentirosas, malvadas y abusivas. Nunca más en mi vida querer aferrarme a nadie. Bien claro tuve siempre lo diferente que soy a los demás, por eso no me esfuerzo en ser como nadie, solo soy yo, con mi fragilidad, mi miedo, mi discapacidad, que nunca han sido un impedimento para hacer tantas cosas, a pesar de todas las dificultades que conlleva. Al contrario, son mi motivación constante para no rendirme, para estar siempre aprendiendo y experimentando cosas nuevas, para ser y hacer mi mejor versión.


Porque la verdad, mi canción no es sin música, mis ojos brillan, mis labios ríen, mis manos escriben y pintan, mis pies caminan y bailan, mi cerebro crea y admira la belleza del mundo, mi corazón late y ama con fuerza. Me queda mucho para reír, y celebrar al lado de un hijo maravilloso, así que, la fiesta no ha terminado y la luz sigue brillando en mi corazón.



La canción sin música, la flor sin aroma, la alegría sin risa, el viento sin alas, la luz sin calor, el pastel sin cereza, eso fui para ti, una comida sin sabor, una belleza de hielo, un mar sin movimiento. Algo sin esencia, sin valor, sin ilusión, sin deseo. Por eso estabas siempre de mal humor a mi lado, y mi sola presencia, fue un tormento.


Pero tus palabras vacías de significado decían lo contrario, exaltaban tu amor, tu lealtad, tu admiración, tu respeto y tu cuidado, cosas todas, que en realidad sólo fueron palabras, pero palabras muy convincentes, capaces de sostener una historia de amor que no existió. Porque sí, eres el rey de las mentiras, de la simulación, de las apariencias, de la hipocresía y de las promesas nunca cumplidas.


Más, más y más, siempre exigiendo más a cambio de nada, queriendo pagar con promesas que ya no tenían valor y después de quedarte sin moneda de cambio, cuando las palabras ya no podían disfrazar la realidad, vino la falsificación, los ataques en la oscuridad, la difamación, las mentiras a diestra y siniestra para ocultar la traición, el robo, la infidelidad, el abuso.  Y al final todo se transformó en una sola cosa, traición, traición, traición, en todos los sentidos y de todas las maneras posibles, más allá de lo imaginable, explicable o comprensible.


Porque no se puede comprender que alguien que recibió lealtad, amor, apoyo, soporte, cuidados, confianza y los más valiosos regalos que puede dar una pareja, sea capaz de corresponder con traición, abuso, traición, mentira. engaño y traición. Una traición extensiva a tu propio hijo y a tu familia y la mia, sin escapar siquiera los amigos cercanos.


Ciertamente hay que estar demasiado podrido, por dentro, por fuera, por arriba, por abajo y por cada uno de los lados para no ser capaz de ver donde sí hay amor. Y para sustituir al amor con la pasión y la lujuria, y para cometer actos innombrables persiguiendo ese espejismo.  Debe ser porque el olor a podredumbre lo contamina todo, debe ser porque la paranoia distorsiona la percepción de la realidad, y entonces puede verse podrido absolutamente todo, aún la más deliciosa cereza.


Y por leyes de la vida lo podrido no puede estar con lo bello, saludable, feliz y amoroso, así que la vida, dios, el destino, el karma o la casualidad se encargan de separarlo y cada cosa se va a donde le corresponde. Esa es la razón, por la que ahora estoy aquí, muy lejos de la podredumbre, la maldad y la oscuridad.


Me alegro de liberarme de lo que parecía ser un diamante, y resultó ni siquiera ser cristal.

Me alegro de no escuchar más palabras huecas y falsas dichas con una mala intención. Prefiero mi verdad de lo que soy, amor.

Me alegro de todo mi espacio libre, que no tengo que compartir con alguien que me trata con fastidio y malas palabras.

Me alegro y disfruto de mi orden que nadie perturba, de decorar y organizar todo a mi gusto.

Me alegro y agradezco de dormir en mi cama sin escuchar ronquidos de alguien que me destapa en una noche helada, sin consideración.


Cuando fui niña tuve que soportar la tortura constante de alguien que me repitió que nadie me iba a querer. Es un gusto decirle, aunque físicamente no esté presente, que nunca estuvo más equivocado, porque me quiero yo. Me quiero más allá de lo que nadie jamás va a quererme.


Así que no, hace mucho que yo no mendigo ni suplico amor, una persona como yo, no puede ser valorada fácilmente por la gente común. Y no, no extraño a nadie, menos a quien nunca estuvo a la altura de mi amor.


Me amo y disfruto estar conmigo, bebo y como lo que me gusta a la hora que decido. Voy y vengo a donde y con quien quiero y me compro lo que me gusta, me preparo mi comida favorita, me tomo una cerveza o una copa de vino mientras veo una película, me meto a la tina de baño o cocino, sin prisas. 


¿Qué puede salir mal, cuando se quiere a uno mismo? Si alguien se va de mi lado, entre muchas otras cosas, por no beber alcohol hasta perderme de borracha, pues adelante, que encuentre su borracha, porque yo no me convertiré en lo que no quiero ser, para darle gusto a nadie. Porque yo no necesito alcohol para socializar, o para olvidarme de mis penas o para hacer cosas que de otra forma no haría. Puedo ser feliz, cantar, bailar, reír, disfrutar sin una gota de alcohol.


No soy de los que ahogan sus tristezas con exceso de bebidas, porque no necesito ahogar mis tristezas, permito que la escritura y las lágrimas se lleven el dolor y el desencanto. Y me recuerdo que no me debo hacer expectativas sobre nadie ni apegarme a las cosas y a las personas, porque todo alguna vez se va, de una u otra manera y cuando esto pasa, cosas y personas nuevas llegan y la vida sigue, día con día, minuto a minuto.


Así que, a seguir andando, a estar con quien aprecia y ama mi compañía, a poner distancia de las personas mentirosas, malvadas y abusivas. Nunca más en mi vida querer aferrarme a nadie. Bien claro tuve siempre lo diferente que soy a los demás, por eso no me esfuerzo en ser como nadie, solo soy yo, con mi fragilidad, mi miedo, mi discapacidad, que nunca han sido un impedimento para hacer tantas cosas, a pesar de todas las dificultades que conlleva. Al contrario, son mi motivación constante para no rendirme, para estar siempre aprendiendo y experimentando cosas nuevas, para ser y hacer mi mejor versión.


Porque la verdad, mi canción no es sin música, mis ojos brillan, mis labios ríen, mis manos escriben y pintan, mis pies caminan y bailan, mi cerebro crea y admira la belleza del mundo, mi corazón late y ama con fuerza. Me queda mucho para reír, y celebrar al lado de un hijo maravilloso, así que, la fiesta no ha terminado y la luz sigue brillando en mi corazón.


La canción sin música, la flor sin aroma, la alegría sin risa, el viento sin alas, la luz sin calor, el pastel sin cereza, eso fui para ti, una comida sin sabor, una belleza de hielo, un mar sin movimiento. Algo sin esencia, sin valor, sin ilusión, sin deseo. Por eso estabas siempre de mal humor a mi lado, y mi sola presencia, fue un tormento.


Pero tus palabras vacías de significado decían lo contrario, exaltaban tu amor, tu lealtad, tu admiración, tu respeto y tu cuidado, cosas todas, que en realidad sólo fueron palabras, pero palabras muy convincentes, capaces de sostener una historia de amor que no existió. Porque sí, eres el rey de las mentiras, de la simulación, de las apariencias, de la hipocresía y de las promesas nunca cumplidas.


Más, más y más, siempre exigiendo más a cambio de nada, queriendo pagar con promesas que ya no tenían valor y después de quedarte sin moneda de cambio, cuando las palabras ya no podían disfrazar la realidad, vino la falsificación, los ataques en la oscuridad, la difamación, las mentiras a diestra y siniestra para ocultar la traición, el robo, la infidelidad, el abuso.  Y al final todo se transformó en una sola cosa, traición, traición, traición, en todos los sentidos y de todas las maneras posibles, más allá de lo imaginable, explicable o comprensible.


Porque no se puede comprender que alguien que recibió lealtad, amor, apoyo, soporte, cuidados, confianza y los más valiosos regalos que puede dar una pareja, sea capaz de corresponder con traición, abuso, traición, mentira. engaño y traición. Una traición extensiva a tu propio hijo y a tu familia y la mia, sin escapar siquiera los amigos cercanos.


Ciertamente hay que estar demasiado podrido, por dentro, por fuera, por arriba, por abajo y por cada uno de los lados para no ser capaz de ver donde sí hay amor. Y para sustituir al amor con la pasión y la lujuria, y para cometer actos innombrables persiguiendo ese espejismo.  Debe ser porque el olor a podredumbre lo contamina todo, debe ser porque la paranoia distorsiona la percepción de la realidad, y entonces puede verse podrido absolutamente todo, aún la más deliciosa cereza.


Y por leyes de la vida lo podrido no puede estar con lo bello, saludable, feliz y amoroso, así que la vida, dios, el destino, el karma o la casualidad se encargan de separarlo y cada cosa se va a donde le corresponde. Esa es la razón, por la que ahora estoy aquí, muy lejos de la podredumbre, la maldad y la oscuridad.


Me alegro de liberarme de lo que parecía ser un diamante, y resultó ni siquiera ser cristal.

Me alegro de no escuchar más palabras huecas y falsas dichas con una mala intención. Prefiero mi verdad de lo que soy, amor.

Me alegro de todo mi espacio libre, que no tengo que compartir con alguien que me trata con fastidio y malas palabras.

Me alegro y disfruto de mi orden que nadie perturba, de decorar y organizar todo a mi gusto.

Me alegro y agradezco de dormir en mi cama sin escuchar ronquidos de alguien que me destapa en una noche helada, sin consideración.


Cuando fui niña tuve que soportar la tortura constante de alguien que me repitió que nadie me iba a querer. Es un gusto decirle, aunque físicamente no esté presente, que nunca estuvo más equivocado, porque me quiero yo. Me quiero más allá de lo que nadie jamás va a quererme.


Así que no, hace mucho que yo no mendigo ni suplico amor, una persona como yo, no puede ser valorada fácilmente por la gente común. Y no, no extraño a nadie, menos a quien nunca estuvo a la altura de mi amor.


Me amo y disfruto estar conmigo, bebo y como lo que me gusta a la hora que decido. Voy y vengo a donde y con quien quiero y me compro lo que me gusta, me preparo mi comida favorita, me tomo una cerveza o una copa de vino mientras veo una película, me meto a la tina de baño o cocino, sin prisas. 


¿Qué puede salir mal, cuando se quiere a uno mismo? Si alguien se va de mi lado, entre muchas otras cosas, por no beber alcohol hasta perderme de borracha, pues adelante, que encuentre su borracha, porque yo no me convertiré en lo que no quiero ser, para darle gusto a nadie. Porque yo no necesito alcohol para socializar, o para olvidarme de mis penas o para hacer cosas que de otra forma no haría. Puedo ser feliz, cantar, bailar, reír, disfrutar sin una gota de alcohol.


No soy de los que ahogan sus tristezas con exceso de bebidas, porque no necesito ahogar mis tristezas, permito que la escritura y las lágrimas se lleven el dolor y el desencanto. Y me recuerdo que no me debo hacer expectativas sobre nadie ni apegarme a las cosas y a las personas, porque todo alguna vez se va, de una u otra manera y cuando esto pasa, cosas y personas nuevas llegan y la vida sigue, día con día, minuto a minuto.


Así que, a seguir andando, a estar con quien aprecia y ama mi compañía, a poner distancia de las personas mentirosas, malvadas y abusivas. Nunca más en mi vida querer aferrarme a nadie. Bien claro tuve siempre lo diferente que soy a los demás, por eso no me esfuerzo en ser como nadie, solo soy yo, con mi fragilidad, mi miedo, mi discapacidad, que nunca han sido un impedimento para hacer tantas cosas, a pesar de todas las dificultades que conlleva. Al contrario, son mi motivación constante para no rendirme, para estar siempre aprendiendo y experimentando cosas nuevas, para ser y hacer mi mejor versión.


Porque la verdad, mi canción no es sin música, mis ojos brillan, mis labios ríen, mis manos escriben y pintan, mis pies caminan y bailan, mi cerebro crea y admira la belleza del mundo, mi corazón late y ama con fuerza. Me queda mucho para reír, y celebrar al lado de un hijo maravilloso, así que, la fiesta no ha terminado y la luz sigue brillando en mi corazón.


jueves, 29 de febrero de 2024

CONCIERTO DE LA TIERRA MEDIA


 

 



CONCIERTO DE LA TIERRA 





 


Es domingo, como cada fin de semana el tráfico para entrar al pueblo es lento, demasiado turismo para un lugar que por su geografía sólo tiene un acceso hacia el centro, el concierto esta anunciado para las doce del día, temo no llegar a la hora, a pesar de haber salido con bastante tiempo de anticipación, el transporte estaba saturado y tuve que esperar más de lo normal. Finalmente decido avanzar a pie los últimos metros, en realidad es la única opción si quiero llegar más rápido, porque los vehículos simplemente están atascados.





 

He llegado con treinta y cinco minutos de retraso, para mi sorpresa aún no comienza la función, hay gente formada y me piden mi boleto, no lo tengo, pregunto si aún hay disponibles, me responden que sí, y me indican el lugar donde los venden, de inmediato adquiero uno y me dirijo a las butacas, quedé de encontrarme con una amiga, pero no la vi afuera del auditorio ni adentro. Miro a todos lados tratando de encontrarla, pero no la veo, encuentro una butaca desocupada a un lado de las escaleras de acceso, tomo ese lugar para verla pasar si es que aún no ha entrado.

 

Se escucha la segunda llamada, apagan las luces, mucha gente sigue entrando, pero nada de mi amiga. En el escenario se encuentran ya los músicos, a espaldas de ellos hay una pantalla. Es la tercera llamada y da inicio la música, al mismo tiempo que imágenes de la película de, el señor de los anillos se proyecta al fondo. He visto la película muchas veces, por lo que estoy muy familiarizada con ella, e incluso puedo darme cuenta cuando las imágenes no se corresponden con la música.

  


Miro a los intérpretes ejecutar cada pieza con tanto profesionalismo y sincronicidad, el resultado es simplemente sublime, puedo sentir esas notas vibrar en mi cuerpo y despertar emociones y sensaciones de gozo, de alegría, de tristeza. Cierro los ojos mientras los dedos de mis manos siguen el ritmo de la música, como si yo también estuviera tocando un instrumento musical. Sí, a mí también desde niña me nació el deseo de tocar un instrumento musical, pero no tuve esa oportunidad de aprenderlo. A lo largo de esta vida hubo muchas cosas que no pude hacer, mi continuo deseo de aprender cosas y conocer lugares fue una constante, no lo lamento, hoy sé que las cosas que viví, tenían que ser de ese modo y no de otro, a pesar de que muchas veces no estoy de acuerdo, pero comprendo que hay un propósito superior, que tal vez, sólo con el paso del tiempo podré, algún día, comprender.

 

Mi mente me traslada a ese mundo mágico de Tolkien, vienen a mi memoria frases llenas de sabiduría que llamaron mi atención desde la primera vez que leí el libro. Esa historia de la lucha entre la luz y la oscuridad que parecía de fantasía no lo es, en realidad es una analogía de la vida, de la historia misma de la humanidad. Es también la lucha interna de muchos seres humanos y no puedo evitar recordar a algunos, que permitieron que la oscuridad se convirtiera en su forma de vida y ciertamente, su final fue en correspondencia a la manera como decidieron vivir.

 

Pienso en esas personas que aun cuando estuvieron rodeados de seres amorosos y llenos de luz, no pudieron encontrar su luz propia. Que incluso fueron testigos de algunos milagros en la vida de otros y los ignoraron por completo para dar cabida a la oscuridad y maldad en su vida, para hacer el mal y la traición a quienes sólo les habían tratado con amor. Creyendo que sus mentiras prevalecerían por siempre, pero no fue así, su maldad y sus mentiras quedaron al descubierto y la justicia divina hará el resto, sólo es cuestión de tiempo, sin importar los hechizos y conjuros que realicen.

 

La lucha entre el bien y el mal ha sido por siempre, y aun cuando los humanos que conocemos a dios tenemos la certeza de que el bien siempre triunfa, aún hay seres, que piensan que no, porque con sus propios ojos sólo pueden ver los resultados inmediatos, porque su vacío es tal, que momentáneamente lo llenan con lo que el dinero les puede comprar, pero en breve tiempo descubren que el vacío sigue, que no hay manera de llenarlo, no en tanto no encuentren el origen y se hablen a sí mismos con la verdad.

 


Pero el concierto sigue y cada cierto tiempo hay una breve pausa, misma que el público aprovecha para aplaudir tan fuerte como es posible, como una muestra de admiración y reconocimiento por estas creaciones musicales realizadas para acompañar la trilogía de “el señor de los anillos”. El sonido es magnífico, el lugar está completamente lleno, para mi sorpresa hay muchos jóvenes, no esperaba que los hubiera, no cuando los artistas juveniles de éxito del momento no tienen nada que ver con este tipo de música y podría decir que son algo completamente distinto.

 

Pero entiendo, que al ser la música de una trilogía de películas con tanto éxito en taquilla a nivel mundial, tuvo que llamar necesariamente la atención de algunos, aunque ciertamente, el público no es local, veo a mucha gente de fuera y puesto que es el lugar que capta la mayor parte del turismo del estado, pues esta ha sido una función que aprovecha más la gente de fuera.

 

He disfrutado este concierto, tanto como disfruto un buen vino, o los más exquisitos platillos y como en muchas cosas, veo la presencia de dios en ello, en los compositores que fueron capaces de crear la música perfecta para expresar los distintos momentos y emociones de la película.  Al término de la función, me tomo un tiempo para dejar que las escaleras de acceso se despejen un poco, me alegro de haber llegado justo a tiempo a pesar de las complicaciones. De pronto esa amiga que estuve esperando se encuentra bajando las escaleras a mi lado, subió por este mismo lado en algún momento y no la vi, ni ella a mí, pero al fin, nos encontramos.

 


Nos dirigimos a hacia la salida, a un lado de las puertas se encuentra un puesto con souvenirs de la ocasión, playeras, bolsas, gorras, anillos, etc., yo no compro nada, tengo los discos en casa y eso es suficiente para mí. Me siento agradecida con las personas que trajeron este concierto a esta localidad, donde la mayoría de las veces tienen funciones de películas ordinarias y populares. Es momento de salir y buscar un lugar para beber algo refrescante, porque el calor es intenso, a pesar, de que aún estamos en invierno. Estaré pendiente de otras funciones como ésta, de todo lo que nutre mi alma, de lo que alegra mi espíritu y me conecta con el lado bueno y hermoso de la vida.  

 

 

 

 

martes, 30 de enero de 2024

La luz siempre gana

 



LA LUZ SIEMPRE GANA

 

 



Es un día común, levantarse temprano, bañarse, desayunar e irse al trabajo. En los últimos años la inseguridad es un problema de todos los días, robos, crímenes, extorsiones, y en algunos sitios balaceras. A pesar de todo, la vida continúa, lo mejor posible, la mayoría de la gente trata de no exponerse a los riesgos, muchas personas dejaron de frecuentar lugares públicos y optaron por reunirse a convivir en sus casas, reuniones de amigos y de trabajo se realizan de este modo.

 

Quienes tienen los medios económicos evitan el transporte público, pero la mayoría de la gente no tiene opción, y el transporte público es su medio para desplazarse de un lugar a otro.

 

Lupita, ha usado siempre el transporte público, y ahora que iba al trabajo no era diferente, pero ella no era una persona común, aunque a simple vista, lo pareciera. Ese día al abordar vio que el autobús estaba casi lleno, al fondo en los asientos posteriores miró sentado a un joven que la miró con odio, no se conocían y no había motivo aparente para que él la mirara de ese modo.

 

Ella avanzó y se sentó a medio autobús del lado de la ventanilla, escuchaba muchas voces, muchas conversaciones…y también, muchos pensamientos, desde niña tenía esa habilidad. Al principio pensó que eso era normal y que todos podían hacerlo, después se dio cuenta que no, de hecho, no conocía a nadie más que pudiera hacerlo.

 

Un joven como de 30 años, sentado con otros dos, de sudadera con capucha y mochila, lo vio haciéndole un gesto de desprecio y fastidio, al tiempo que pensaba para sí mismo: pinche vieja, tenías que subir, ya no voy a poder hacer nada. En la siguiente parada ese trío se bajó del autobús.

 

Ella supo de qué se trataba, eran unos ladrones que vieron frustrados sus planes.  Escuchar los pensamientos de otros no era su única habilidad, podía escuchar a sus guías y maestros espirituales, quienes la orientaban y protegían en todo momento. Lupita era un ser de luz y no era el único, de hecho, en el planeta había ya varios, seres que con su sola presencia llevaban la luz a donde fueran. Todo lugar donde ella estuviera se iluminaba al instante, haciendo que, la oscuridad huyera al mismo tiempo. Nadie podía causarle daño, porque ella estaba siempre acompañada y protegida por seres de la más alta vibración.

 

Lupita pertenecía a esos seres de luz que ayudarían a cambiar este planeta, y los seres oscuros que se dedicaban a hacer el mal, también podían percibirlo, pero sabían de sobra que con seres de luz no podían competir, no tenían ninguna oportunidad, no desde que el planeta subió su frecuencia vibratoria. El tiempo de la oscuridad estaba llegando a su fin, aunque en muchos lugares parecía reinar el caos, el crimen, el robo y muchos delitos más, en realidad, sólo se estaba haciendo evidente lo que ya existía desde siglos atrás y era necesario que saliera a la luz para poder erradicarlo.

 

Ellos lo sabían, no tenían en donde esconderse, su única oportunidad de sobrevivir era llenar de miedo el corazón de la gente y eso hacían, crear el mayor caos posible, pero cada vez, era más difícil, la luz iba ganando terreno y donde hay luz, ellos no pueden hacer el mal. Lupita y otros seres de luz lo sabían y ella no tenía miedo, sabía que a donde fuera, estaba siempre protegida. Sabía qué con sólo invocarlo con el pensamiento, un ejército de ángeles la protegerían de todo mal y no, no era sólo una creencia, ella ya lo había experimentado en varias ocasiones.

 

Ella y otros seres de luz ya habían descubierto su poder y lo ejercían, a cada uno de sus pasos llevaban la luz por el mundo, iluminando poco a poco donde antes sólo había existido la oscuridad. Ella lo sabía, tenía que mantener su luz, como los demás que querían un buen cambio. Soy luz, soy protección, soy amor, se decía a sí misma con la mayor frecuencia y su luz crecía cada vez más.

 

A lo lejos, desde un muy antiguo planeta se podía ver, como la luz ganaba terreno, los humanos no podían verlo, de hecho, una gran mayoría pensaba que se acercaba el fin del mundo y que todas las profecías apocalípticas se cumplirían, pero no era así, la luz había llegado para quedarse, y aunque no todos los seres de luz podían verlo, sabían que era así. Esa fe que había nacido de su propia sabiduría, de su conexión con dios ya no podía romperse, ni manipularse, ellos eran los nuevos humanos, los encargados de iniciar el cambio.


 Una verdad estaba empezando a manifestarse: la luz, siempre gana.