domingo, 19 de diciembre de 2021

CARTA A MIS LECTORES

CARTA A MIS LECTORES X

Diciembre de 2021

 




Un año más en este planeta, sobreviviendo a las circunstancias. Un año que se pasó mientras resolvía las cosas urgentes de la vida, y aunque escribí un poco, no lo publiqué, me digo que fue por falta de  tiempo, pero no, no es así, fue porque me habitaba el desencanto, el hastío, la frustración, la falta de opciones para mejorar la economía,  para poder adquirir una computadora que no tengo, y que llegado este fin de año sigo sin tener. No quise transmitir esos sentimientos, alguna vez, escuche decir, que; si no hay nada bueno que decir, entonces no hay que decir nada, es mejor guardar silencio. Y me he quedado en silencio por mucho tiempo.

Con esto no quiero decir que no hay nada bueno en estos tiempos y en este mundo, no lo pienso así, aunque por momentos todo lo que acontece parezca demostrar que nada está bien. 

Hace años fui una niña solitaria que se sentaba en una roca en las noches tibias a mirar tintiliar las estrellas, en esa lejana luz que se tornaba por momentos rojas, imagine otra niña mirando hacia mi estrella. Y estoy segura que no era sólo una niña la que miraba mi estrella, sino tantas niñas como estrellas hay en el universo. Esa certeza que he encontrado en un lugar dentro de mí, es la que me dice que este planeta está cambiando para ser mejor, un cambio lento y quizás esto es lo que confunde a muchos, incluida yo misma, el ver que las cosas no son como antes y seguimos tratando de retomar la vida tal como siempre había sido.

Para algunos ha habido cambios drásticos, la pérdida de familiares, amigos, trabajo, y el desencanto ha sido tal que hay quienes no lo soportaron más, otros se llenaron de pánico ante un virus que muta constantemente y se han quedado encerrados con el propósito de evitar el contagio, algunos más, salen al mundo, usando, máscaras, cubrebocas,  guantes, y esterilizando constantemente manos, dinero, cubrebocas. Pero creo, una mayoría, acepta la vida como es, como lo que siempre ha sido, pero de lo que no teníamos conciencia, un regalo que en cualquier instante podemos perder, pero que al final esto, no depende por completo de nosotros, sino de un poder superior.

Y mientras he visto morir a gente más joven y que parecía más sana que yo, me pregunto, ¿para qué, estoy aquí? Las respuestas llegan de distintas fuentes, para ser una motivación, un ejemplo, para levantar al mundo con la magia de mis palabras, para sanar el alma de algunos seres, para compartir mis palabras, mis ilusiones, mis historias, para crear mundos fantásticos, para ver los milagros que dios hace en mÍ cada día y para seguir caminando mientras literalmente, él me sostiene (de verdad, no pueden imaginar cuan literal esto es).

Y mientras sé que en la lejana distancia, las sensaciones de las palabras escritas tocan en lo profundo del corazón de quienes requieren de esas palabras, agradezco  a dios  por permitiré ese don y esa magia, y a pesar  de no haber publicado, mis lectores siguen leyendo lo ya escrito. Así que sí volveré a escribir. Pero quiero compartirles que me he iniciado en el arte del dibujo y la pintura,  aún y cuando apenas estoy conociendo este mundo, les mostraré mis dibujos. Como todo, comencé sin saber si tenía talento para ello, aún no sé si lo tengo, pero como la escritura la inicie también como un recurso que me permitiera aclarar mis ideas y expresar mis pensamientos, sin imaginar ni remotamente con toda la gente que un día me leería y apreciaría mis escritos, la pintura es otra forma de expresión y más allá de ser o no una buena pintora, es un modo de conectar conmigo misma.

Les mando mis mejores deseos, y mucha fortaleza para todos los momentos dificíles que la vida nos pone.   Deseo que puedan encontrar en sus corazones el amor de dios, porque entonces no importará lo que pase fuera, sabrán que todo está bien a pesar de todo.

 

Gracias, gracias, gracias.  Atenea de bosque

 

 

 

 

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