Henos
nuevamente aquí, un año más ha concluido. Durante este tiempo he recibido
muchos más comentarios de los que podía haber esperado y desde los lugares más
remotos a pesar de que parece que no pueden escribirlos directamente en el
blog, muchos de ellos me son reenviados, incluidos comentarios que se dan en el
facebook o twitter.
Ha
sido un año en que si bien a veces parecía que se me habían agotado las ideas
para escribir, cuando se llegaba la última semana de cada mes, mi parte
creadora entraba en acción, escribiendo rápidamente lo que no había hecho en
todos los días previos. Aún con los inconvenientes que la vida me presenta,
siempre he podido cumplir mi meta en cuanto lo que me propuse escribir cada
mes. A principios de año pasado no pude publicar porque mi computadora colapsó
sin remedio, igual ha sucedido en esta ocasión en que por mes y medio me he
quedado sin mi herramienta de trabajo vital.
En
esos días, enfocada a conseguir el dinero para una nueva computadora no tuve la
oportunidad de escribir. Sí ya sé que algunos dirán que se puede escribir a
mano, y yo también puedo escribir a mano, pero no el tipo de textos que tengo
en mi blog. Para ellos necesito atrapar las ideas rápidamente y después irlas
estructurando, lo cual sólo puedo hacer en la privacidad y tranquilidad de mi
casa y con la ayuda que me permite la computadora.
Dar
rienda suelta a mi parte creadora se ha vuelto una necesidad que durante esos
días vi completamente frustrada. Las
súplicas desesperadas, pidiéndome seguir escribiendo me divierten, quizás,
porque es la misma desesperación que siento yo por no poder escribir. Escribo
por el gusto de escribir. Pero ser una escritora que no recibe un peso por lo
que escribe, tiene sus inconvenientes. El tiempo que puedo dedicar a esta
actividad es muy poco. Y quizás por ello, mi satisfacción cuando leo los
comentarios de mis lectores es mayor. Gente de todas las edades, desde especialistas
de la literatura, del arte, de la música, de los medios de comunicación,
antropólogos, historiadores e incluso personas que se declaran no aficionados a
la lectura, pero que una vez entran el blog, no pueden dejar de seguirlo.
Algunas
colegas escritoras han encontrado en mi blog una motivación para atreverse a
publicar sus propios textos. Hay quienes me comparten no haberlo hecho por
falta de dinero. Hay quienes dicen que el mundo se mueve con dinero. Puede ser,
todo depende del mundo que quiera moverse. Pero yo he descubierto que hay un
mundo que puede moverse a través de la escritura de palabras.
Algunas
personas todavía creen que los relatos sobre gente indígena son exagerados o
fuera de época, a mí me haría muy feliz que eso fuera verdad. Pero sólo
describo lo que otros no pueden ver con sus propios ojos. Organizaciones
internacionales que han trabajado con comunidades marginadas en México, pueden
dar fe de ello, del mismo modo que lo hace una lectora de quién les compartiré
sus palabras textuales en face book: “a mi me gustó el reportaje sobre la
megamentira que es la falsérrima Cruzada vs el Hambre. Nada que ver con la
realidad. Yo estuve como Atenea en un pueblito cercano de Coatza, en Veracruz y
no fuimos a ninguna comunidad asegún porque no había condiciones. Pero eso sí
nos llevaron en camionetas de lujo de SEDESOL al cierre de actividades en ese
estado. Un asco. Dales duro atenea”
Por
lo demás, tampoco pretendo convencer a nadie de nada. Mi único objetivo es
compartir lo que veo, oigo, siento e imagino. Cuando mis lectores me escriben
que algún texto mío los hizo reír, llorar, sufrir, entristecerse, enojarse, indignarse,
incluso perder el sueño o simplemente
pasar un buen rato con familiares y amigos, entonces sé, que estamos en el
mismo canal.
Al
lector que me pregunta de dónde saco los textos que publico en este blog, le
aclaro que no los saco de ningún lado más que de mi mente. Todos son creación
mía y este es el primer lugar en que se han publicado. Soy una lectora,
escritora, madre, estudiante vitalicia, subempleada y mis múltiples
responsabilidades, aunadas a las presiones económicas y de tiempo sin duda
pueden influir en que algunos textos estén mejor logrados que otros. No tengo
la posibilidad de dedicar demasiado tiempo a escribir, cuando mucho dos horas
al día, aunque no todos los días. No obstante creo que cada uno de los textos es
lo suficientemente bueno para compartirlo.
En general, todos los textos son escritos durante
el mes en que los subo al blog, a veces incluso, muy pocos días antes, sobre
todo cuando problemas de salud míos trastocan el orden de mi vida. Pese a los
inconvenientes que puedan retrasarme en publicar, seguiré escribiendo.
Un
saludo a todos los lectores que han tenido la atención de escribirme sus
comentarios y que constantemente están pendientes de lo que público: Perú,
Chile, Colombia, Argentina, España, Grecia, Ucrania, E. U., Haití, Holanda,
Suiza, Islas Azores, El Salvador, Uruguay y por supuesto todos los estados de
México.
Agradezco
a mi creador la posibilidad de tejer redes
de palabras.
Agradezco las
palabras que animan mi espíritu.
Agradezco a mi espíritu la capacidad de ver,
sentir, oír e imaginar.
Agradezco a la vida la oportunidad de estar
aquí.
Atenea del bosque