Él es una persona que proviene de familia campesina de
Guanajuato, camina por los campos todos
los días, sabe el proceso de cultivar la tierra, desde niño lo aprendió de su
padre, heredero de una tradición milenaria usaba los métodos de cultivo de sus
ancestros. Desde niño tenía una conexión especial con la tierra, los ritos y
tradiciones de sus antepasados que aún se celebran en su pueblo, le
transmitieron conocimientos. En algún momento, él supo algo que tal vez ya existía
dentro de él mismo, quizás solamente lo recordó. Era como una sensación de
tener un gran linaje, y eso lo llevó a adentrarse dentro de él mismo, a buscar
respuestas profundas a preguntas complejas.
Aprendió el arte de la meditación y a través de ella tuvo
contacto con espíritus de la antigua civilización maya, conocimientos
insospechados, que parecían haberse perdido para siempre de la historia, le
fueron revelados. Y entonces él pudo saber algunas cosas de lo que había pasado
con esa civilización que llego a ser más avanzada en Mesoamérica. La
civilización con un avanzado conocimiento astronómico, constructora de
complejas pirámides, perfectamente alineadas con los equinoccios.
Don Carmen fue aceptado por la madre tierra para ser
depositario de valiosos conocimientos para beneficio de la humanidad. Conocimientos
que se fueron trasmitidos a través de códigos que sólo él puede descifrar. Los
dioses le concedieron permiso astral para aprender y usar el método de
inducción de lluvia por inercia, el cual tardó cuarenta años en aprender, para
ayudar a los estados mexicanos que históricamente padecen de sequías. Los
gastos para aplicar dicho método, fueron costeados por la Universidad de
Chapingo, según su propio testimonio.
Los años pasaron mientras él se dedicaba a cultivar la tierra,
hasta que un día, siendo ya un hombre mayor, recibió la visita de un ser
superior, que dijo ser del universo creador y su misión es ayudar al planeta.
Al preguntarle su nombre, dijo ser Luz terciaria, y a partir de ese día comenzó
a hacerse presente a este señor, revelándole información que se serviría para
cumplir su misión en esta tierra: la cual es ayudar a la humanidad a sobrevivir
una época de hambruna muy próxima, y que en algunos lugares ya existe debido al
sistema capitalista de sobre explotación.
A don José Carmen le comenzaron a revelar a través de códigos,
desde 1989 a 1990, información muy precisa sobre una técnica para cultivar
hortalizas gigantes, cruzar especies de árboles que tienen frutos que no son
aptos para el consumo humano y hacer que produzcan frutos que sí lo sean,
además de árboles que no tienen frutos sí los tengan, recibió también
información sobre el manejo tiempo y espacio y de cómo se hacen los viajes
interplanetarios y sobre aspectos de la
verdadera historia de la humanidad y su origen, la cual, se encuentra plasmada
en su libro, “Mensaje astral” Este señor
puso en práctica los conocimientos revelados y desde entonces ha obtenido
cosechas gigantes de frutos y hortalizas, tales como, jitomates, calabazas,
pepinos, sandías, rábanos, zanahorias, cebollas, betabel, etc.
Una vez comprobado el éxito de la nueva técnica, la dio a conocer, logrando el interés de la
Universidad de Chapingo, la cual se destaca por la enseñanza en áreas
agropecuarias. El señor Carmen llegó a participar en concursos de cultivo
contra ciento cincuenta y tres investigadores agricultores, obteniendo los
productos de mejor calidad, sabor y tamaño,
sin utilizar los agroquímicos y fertilizantes de las grandes
corporaciones capitalistas. Y es precisamente esta la razón por lo que no se le
da difusión a su conocimiento, pues no es conveniente para los grandes y
poderosos empresarios, quienes tienen el control de este mercado, que se
conozca una técnica que los dejaría fuera del negocio. Es así que este señor ha
recibido amenazas para no dar a conocer sus conocimientos.
A través del contacto continuo con el ser llamado Luz
terciaria, que informa ser intermediario de un Ser Superior, Don Carmen sabe de
la existencia de la primera humanidad sobre este planeta, la cual existió hace
mucho tiempo y que actualmente se ha escuchado de ella como un mito, la
civilización Atlántida, de la cual comenta, los seres humanos eran gigantes que
medían entre tres y cinco metros de altura y tenían un color de piel rosado.
Dicha civilización, pereció por autodestrucción debido a los conflictos de
poder internos que, culminaron en el uso de bombas nucleares, el desierto el
Sahara, comenta era una zona de extensos cultivos que era altamente fértil y que al ser
bombardeada se convirtió en el desierto que ahora es.
La devastación del planeta fue tal, que ardió por muchos años
y la tierra tomó el color actual después de este episodio, se extinguieron una
gran cantidad de animales, plantas y humanos. A partir de entonces los humanos
tienen el color de piel morena, pues el color de los humanos se corresponde al
color de la tierra.
Los sobrevivientes de la gran catástrofe formaron las
civilizaciones más antiguas de las que el hombre moderno tiene cierto
conocimiento el día de hoy, ellos tenían contacto con los seres que sembraron
la vida en este planeta. Pero ese contacto se interrumpió con la violenta
invasión española, donde se destruyeron templos, códices y millones de seres
humanos que fueron masacrados a lo largo de todo el continente americano, tal
como todavía hay testimonios en distintos países, Cuba por ejemplo, tiene un
pueblo llamado Matanzas, que adquiere ese nombre a partir de que ahí era el
lugar donde mataban a hombres, mujeres y niños que después tiraron al mar. En
México es célebre la matanza de Cholula y existen testimonios de cómo bebés
eran arrebatados de los brazos de sus madres para ser destrozados a machetazos
y alimentar a los perros, mismos con los que perseguían y mataban a los
indígenas.
Don Carmen explica que el propósito de habérsele revelado esta
información es divulgarla y brindar una oportunidad de cambiar la situación del
planeta, de brindar una oportunidad a la humanidad que parece ir a la
autodestrucción tal como ya ocurrió una vez. Pero para ello sería necesario que
gente de otros países vinieran al lugar donde él vive a aprender cómo cultivar
las hortalizas. La enseñanza, aclara, debe darse en México, pues astralmente es
el lugar indicado, por ser el centro del planeta.
La producción de los vegetales gigantes podría alimentar a
millones de personas que hoy padecen y
mueren de hambre en el mundo, pero para ello es necesario formar un solo
país, sin fronteras, donde prevalezcan los derechos de todos los humanos,
formar un Grupo de Desarrollo y Equilibrio del planeta, algo que los países con
el control del capitalismo no están dispuestos a permitir.
Hasta ahora, Don Carmen ha luchado con sus propios recursos,
es un señor de más de ochenta años, quizás uno de los hombres más sabios de
este planeta con conocimientos valiosos para la humanidad. Él tiene contacto
con seres interplanetarios que viajan en naves y que según su testimonio y el
de varios pobladores de Santiago del Valle, Guanajuato, continuamente hacen
presencia en ese lugar. Menciona que de no haber el cambio en la humanidad, de
no reconsiderar su relación con el planeta, toda la humanidad podría volver a
exterminarse, o ser exterminada a través de una peste selectiva, que eliminaría
todo lo que no sirve al planeta, entre ellos, los humanos.
Don Carmen es un hombre mayor, capaz de manejar dimensiones y
su conocimiento podría perderse, de no conseguir el apoyo para realizar su
misión. Mientras los capitalistas que controlan la economía mundial y acumulan
billones y billones de dólares, sin importarles los derechos de la humanidad,
la conservación y restauración del planeta, creando guerras contra países o
invadiendo a los más pobres por sus riquezas naturales, saqueando sin control y
destruyendo a la humanidad con ello, quizás estemos destinados a perecer por
segunda ocasión, tal vez, para siempre.