LA GENEROSIDAD
La generosidad no es un acto que practiquen
quienes tienen riqueza material, sino quienes tienen riqueza espiritual.
Pequeños actos de generosidad pueden cambiar el
mundo y así es como sucede.
Recientemente publiqué la historia de Vicky, una mujer trabajadora que
recibe en regalo una pensión. Cuando conocí esta historia me maraville de la
magia que los seres humanos de buena voluntad pueden crear. Por la vida hay
personas con ideas distintas, que ante una misma situación, pueden tener no sólo
reacciones diferentes, sino opuestas. Hay personas que han atravesado momentos
tan difíciles y dolorosos que han dejado de creer en la magia de la vida. Pero
hay personas que a pesar de sus circunstancias tan complicadas no pierden la fe
y entonces encuentran los medios y las personas que les ayuden a salir adelante.
En relación al último texto publicado, un lector
ha tenido la gentileza de compartirme una acción similar, realizada por su
propio padre. La mujer que fue beneficiada por su generosidad vive en una de
las zonas más pobres de Brasil, y es hasta el momento de leer la historia de
Vicky, que el lector se contactó con dicha mujer. Y entonces pudo saber que la
mujer a quien su padre heredó su pensión, no sólo había salido adelante con sus
hijos, sino que con la ayuda de ellos, construyeron un huerto familiar de
hortalizas para ayudar a la gente su propia comunidad tan marginada.
Este es un ejemplo de cómo pequeñas acciones
pueden generar más acciones positivas de otras personas y que después benefician
a más gente. Es cierto, que tenemos en muchos países gobernantes codiciosos y
saqueadores, a quienes no les importa sacrificar a su nación y su gente para un
beneficio personal, pero a través de este blog, me he dado cuenta que cada vez,
es más la gente que se ocupa de los demás, que actúa con sus propios recursos y
ayuda a quien está en sus manos ayudar.
El comentario de este lector no sólo me reitera la
confianza de que entre todos podemos crear un mundo mejor, actuando
directamente sobre las situaciones, sin esperar ayuda de los gobiernos, que al
menos en este país, nos han demostrado una y otra vez, que no están al servicio
de su pueblo.
Junto con el comentario de este lector, recibí las fotos de la familia beneficiada y
del huerto que han creado. En una de ellas se mira a la señora sobre el techo
de una casa con la favela a sus espaldas. Su expresión de alegría es
inobjetable, una mujer que recibe la ayuda desinteresada de un hombre con quien
no tenía ningún vínculo y que corresponde a esa acción, ayudando a otras
personas. Sin duda alguna, este es el tipo de personas que se requieren para
mejorar nuestro mundo. Personas que tienden la mano a otras personas.
Por lo demás la foto del huerto es impresionante, hermoso,
lleno de frutos que penden de un techo especialmente diseñado para ello. Un
huerto lleno de abundancia, reflejo de la abundancia que existe dentro de los
seres humanos que lo crearon. El trabajo de manos creadoras, de gente
acostumbrada a luchar, de mujeres guerreras que no se rinden. Por el mundo hay
más mujeres y hombres como estos, que sólo esperan una ayuda, una oportunidad
para poder mejorar sus vidas con su propio trabajo.
Algunas personas dan poco valor o ninguno a la
escritura, de la misma manera, en que creen que sus acciones son
intrascendentes, pero muchas de ellas, tienen un impacto que sólo podemos
reconocer a través del tiempo.
Agradezco a la vida por aquéllas personas que son
capaces de realizar acciones en beneficio de otros, sin esperar nada a cambio.
Ese es el reto para todos, si queremos un mundo mejor.