El hada de los dientes
Ella es una pequeña hada,
como todas las hadas es muy laboriosa y alegre. Cada mañana recibe de sus
pequeñas haditas colaboradoras, los miles de dientes que recogen de debajo de
las almohadas de los pequeños niños en todo el mundo. Son tantos dientes, que
tienen que ordenar, y algunos de ellos estan realmente muy, muy maltratados,
son los de los niños que comen muchos dulces y olvidan cepillarlos, o que no
comen sanamente.
En realidad su trabajo es muy
díficil de realizar, pues tienen que desplazarse a los lugares más distantes.
Aunque para un hada esto no es un trabajo imposible, pues viajan tan rápido
como la luz, aunque algunos dicen, que lo hacen más rápido.
Pero desplazarse a los
lugares más lejanos no es lo más díficil de su misión, en realidad el problema
mayor puede ocurrir al tratar de llegar al lugar en donde se encuentra el
diente. Primero, deben esperar a que el niño duerma, y a veces, tienen que
esperar por horas. Después, deben sortear algunos peligros, por ejemplo, a
veces se topan con las mascotas de la casa. Y vaya qué se han llevado buenos
sustos, y tremendas correteadas de los gatos y los perros, principalmente.
Afortunadamente, las hadas
son muy veloces y ágiles y jamás ha ocurrido que un hada sea atrapada o dañada
por ninguna mascota. Pero lo que sí ha ocurrido, son algunos olvidos en su
prisa por ponerse a salvo a sí mismas. Algunas veces tienen que huir tan de
prisa, que les es imposible dejar el pago al niño del que han tomado el diente.
Pero, no, no crean que las
hadas toman las cosas sin dar nada a cambio. No, eso no es así, cuando las
hadas no pueden volver a tiempo para entregar el pago, entonces hacen al niño
otro tipo de regalo.
Sí, esa clase de regalos que
la mayoría de la gente no puede ver con los ojos, y que no imagina que se lo
otorgó un hada. Por ejemplo, a veces le otorgan a un niño el don de dibujar
cosas muy hermosas, la habilidad para trepar árboles, o de tener una voz
privilegiada para cantar, o de bailar armoniosamente, o de hacer feliz a las
personas, o de escribir historias maravillosas, e incluso en algunas ocasiones
le protegen de grandes peligros, o le ayudan a curarse de alguna enfermedad.
Pero, algunas hadas son muy
ingeniosas, también suelen susurrar al
oído de los padres o parientes del niño la idea de comprar un regalo o darle un
paseo. En fin, siempre se las arreglan para hacer llegar su pago.
Así, que si alguna vez no
encontraste debajo de la almohada tu pago por un diente. No te preocupes, te
llegará de cualquier forma. Sólo tienes que tener un poco de paciencia, y estar
muy atento, pues tal vez recibiste o recibirás algo mucho mas valioso, que el
resto de los demás niños.